La criptozoología es la disciplina que investiga a animales ocultos denominados "críptidos"; es decir, animales que no son reconocidos por la zoología contemporánea, pero están presentes en la mitología y el folklore de los pueblos.
Según algunos científicos el hombre hace su aparición en la tierra aproximadamente hace unos 4 millones de años, a través de un género extinto de homínidos que vivieron en África y que la antropología identifica como una raza evolucionada de primates (monos), que ha sido clasificada como Australopithecus, a partir de entonces se inició un proceso evolutivo en donde surgió un género que dejó de actuar por instinto; esa especie comenzó a valerse del medio ambiente que lo rodeó, fabricó herramientas, sembró semillas, utilizó la piel de otros animales, los domesticó, usó el fuego, etc., dándole paso al hombre racional o homo sapiens, hace aproximadamente unos 200 mil años, continuando el proceso evolutivo hasta convertirse en la raza humana; en el transcurso de éste proceso evolutivo surge una interrogante acerca de una especie que ha sido llamada Eslabón Perdido.
La expresión "Eslabón Perdido" se refiere a los seres transicionales (especímenes con rasgos morfológicos intermedios entre dos tipos de organismos), que por lo general son críptidos, y que generalmente son comparados con simios gigantes que solo pueden ser localizados en zonas boscosas; entre los más mencionados están: el orang pendek el cual se encuentra localizado en Sumatra (Indonesia), el famoso yeti, mayormente conocido como el abominable hombre de las nieves localizado en la impresionante Cordillera del Himalaya, el chuchuna en Siberia, el hibagon en Japón, el yeren en China, el basajaun en los Países Vascos, el legendario pie grande ubicado en Norteamérica y en el Noroccidente Ecuatoriano, el jucumari en Argentina y Bolivia, el mohán leyenda de nuestra hermana Colombia y El Salvaje o Gran Diablo en nuestra Patria Venezuela, entre otros.
En Venezuela se cree que habita un espécimen extraordinario sobreviviente de la era cenozoica; el mismo se encuentra en las selvas de la Guajira, específicamente en la serranía del perijá territorio del pueblo Yukpa o Motilones; se trata de un simio que camina erguido, mide casi 2 metros de alto y sus facciones físicas y actitudes manuales son parecidas a la de los seres humanos, los nativos le temen por su apariencia y comportamiento social muy diferente al de los otros monos que habitan en la selva.
Existe una antigua leyenda o mito de éste pueblo de lengua Caribe que dice:
Tavoukcha fue un Yukpa que subió a los cielos para hablar con Amalivaca creador de la humanidad del Gran Rio Orinoco y del viento, después de una larga conversación Tavoukcha regresó a la tierra y se trajo a los monos para que vivieran aquí, se apareó con una mona y engendró a Mashiramu, un híbrido entre hombre y mono de gran estatura y con el cuerpo totalmente cubierto de pelos, vive solitario en la espesura de la selva nublada, es huidizo y rechaza el contacto con los hombres además le gusta raptar a las mujeres.
En el año 1769, el Dr. Edward Bancroft, cuando se encontraba en las selvas Suramericanas, describió a un supuesto orangután que los nativos describían como de un metro y medio de estatura, andar erguido de forma humana y cubierto de pelo corto y negro; él siempre pensó que lo de la altura era solo una exageración, ya que los nativos le temían al primate, aunque reconoció que el supuesto orangután era más grande que el simio Africano e incluso que el de las Islas Orientales.
En 1799, Humboldt realizó un estudio científico del territorio venezolano, en su recorrido por el río Orinoco, visitó el cerro Achi-tipuirí que significa cerro del hombre de los bosques, donde los nativos narraron sus experiencias con El Gran Diablo, como llamaban a esa extraña criatura que vivía en la selva.
Así lo narró Humboldt:
Es un mono de gran tamaño, se frota la cara cuando se irrita, a distancia se le confunde con un hombre, en algunas oportunidades ha raptado mujeres de la tribu, las cuales regresan al tiempo y cuentan sus experiencias sexuales con ese enorme mono, que al igual que los nativos, construye cabañas para pasar la noche.
Esta leyenda de El Salvaje o Gran Diablo, es muy común en los pueblos originarios del Amazonas, Yaracuy, Lara, Barinas, Mérida, Táchira, Trujillo, Falcón y Zulia, aunque también se conoce en otras regiones del país pero con algunas variaciones según la zona, veamos algunos ejemplos.
En el año 1920, un grupo de 20 exploradores, encabezados por el geólogo suizo François De Loys, realizaban el trazado del plano geológico de la remota región del Cubo ubicada en el pie de monte de la Cordillera de Perijá en Venezuela, un área cercana a la frontera colombiana. Mientras descansaban de las tareas del día a las orillas del Río Tarra, en el estado Zulia, vieron algo que al principio pensaron eran dos osos, las criaturas eran casi del tamaño de un hombre, estaban cubiertas de pelo y entre gruñidos se preparaban para atacar al campamento, pero apenas estos animales lanzaron las primeras ramas y excrementos el geólogo suizo De loys dio la orden de abrir fuego contra ellos, hiriendo a uno que huyó cojeando selva adentro y el otro se derrumbó herido mortalmente.
Este grupo de exploradores jamás habían visto un animal parecido, por lo que se le acercaron con cuidado y al comprobar que estaba muerto, decidieron dejar constancia del encuentro, el simio fue sentado en un guacal vacío, se le sostuvo la cabeza alzada con una rama y se le tomó una fotografía, la criatura tenía 32 dientes, media 1.57 m de alto, carecía de cola y lo que al principio pensaron era un pene, resultó ser un clítoris, que como en otras especies de primates era largo y bulboso, tomaron algunas muestras físicas del animal como la piel y el cráneo, y decidieron regresarse.
El regreso les tenía preparadas otras sorpresas, ya que el Perijá es una zona de montañas en donde llueve mucho, convirtiendo a un manso y pequeño arroyo en un turbulento y peligroso torrente de agua en solo cuestión de segundos; esto producto de un fenómeno meteorológico único que se produce en el Sur del Lago de Maracaibo llamado el Relámpago del Catatumbo; además del inclemente sol Zuliano el cual causaba un insoportable calor, añadiéndole a esto como si fuera poco una buena dosis de mosquitos y una población de naturales Yuckpas, Barís y Guajiros, que atacaban con frecuencia su campamento ya que consideraban que estos estaban invadiendo sus dominios, muchos sucumbieron víctimas de la fiebre, el paludismo, la selva y hasta por las flechas envenenadas de los naturales del lugar, tantas contrariedades obligaron a De Loys a sacrificar parte de la carga entre ella los restos de la criatura tomados como muestra, quedándose solo con una increíble y enigmática fotografía que causaría polémicas y debates entre los geólogos del mundo durante medio siglo.
ENTREMES CULTURAL...
En 1954, específicamente el sábado 10 de Abril; el Sr. Emiliano Martínez se encontraba en el cerro La Garza (una de las montañas más importantes del Estado Mérida y la tercera más alta de Venezuela con una altura máxima de 4.922 msnm). El Sr. Martínez contó que ese día andaba cazando en la mencionada montaña y que desde muy temprano creía que lo estaban observando, por lo que se puso muy nervioso y decidió retirarse del lugar; de regreso a su vehículo atravesó senderos inhóspitos entre matorrales, frailejones y riachuelos; durante la desesperada travesía, se sentía acosado por un extraño animal, que según él, caminaba en dos patas, era grande y peludo; una especie de hombre mono decía. Ya en las proximerías del vehículo estaba sudoroso, cansado y asustado; iba a abordarlo cuando el extraño animal lo atacó derribándolo al piso, entre forcejeos, empujones, gritos de una parte y gruñidos por la otra lucharon un rato, Emiliano pudo agarrar una piedra grande, con la que logró herir a su atacante en la cabeza aturdiéndolo por un momento, gracias a esta acción pudo subir a su carro y emprender la huida.
En la tradición oral del Estado Mérida y más específicamente en la Universidad, desde 1956 tomó fuerza el mito de La Bestia y su Hijo. La bestia es un animal que camina en dos patas, tiene el cuerpo totalmente cubierto de pelos, cara de hombre y posee una fuerza descomunal.
Cuentan en la región andina, que una joven fue raptada por la bestia; y ocultada en una cueva de la Sierra Nevada que le servía de madriguera. Dentro de la cueva había un riachuelo que desembocaba en un río que pasaba por el poblado de donde la joven era nativa, ocasión que aprovechó esta para dar cuenta con un escrito en una hoja de palmera de la situación que le aquejaba.
Al tener conocimiento en el pueblo de la noticia, se reunieron 20 hombres con la intención de ir a rescatarla; cuando estaban cerca del entorno de la cueva, la bestia se dio cuenta por lo que tomó una piedra grande y tapó la entrada de la gruta, los 20 hombres hicieron todo lo posible por mover la piedra pero nada consiguieron, abandonando a la joven a su suerte y destino. Con el transcurrir del tiempo la joven tuvo un hijo con la bestia, quien creció en franca armonía con su madre, aprendiendo a hablar, a escribir, a jugar, en fin demostrando mucha inteligencia humana, además de poseer la fuerza sobrenatural de su padre.
Un buen día el hijo propuso a la madre la liberación de la cueva con tal de que lo bautizara y lo inscribiera en la escuela, la emoción de ella fue tan grande que aceptó sin objetar a nada, ya estando en el pueblo se cumplieron las propuestas; ella retomó su vida hogareña familiar y el hijo pasó a ser desapercibido y tratado como uno más, salvo en ocasiones que se distinguía por su fuerza sobrenatural la cual conservó hasta envejecer.
En 1960 la señora Belarmina Pérez contó que su abuelo Nicolás Pérez, natural del caserío de Yay, parroquia Pío Tamayo del municipio Andrés Eloy Blanco en Sanare estado Lara, le había referido una historia muy conocida en éste pueblo que además es un sitio natural, arqueológico, palenteológico e histórico, por su famoso cañón llamado "La Hundición de Yay" o "el lugar donde la tierra se volteó" zona geomorfológica caracterizada por la erosión natural en forma de pequeño cañón y que junto con las Cárcavas de Quíbor son únicas en Venezuela.
El abuelo Nicolás le contó a ella que hace mucho tiempo ocurrió un caso que conmovió a todo el poblado; una muchacha fue raptada la noche antes de su casamiento, todos creyeron que fue el novio quien se la llevó, porque esa actitud era muy común en esos tiempos, pero resulta que no fue así. Entonces todos empezaron a comentar que el causante de la desaparición era el salvaje (híbrido entre mono y hombre), después de estar buscando a la mujer por mucho tiempo al fin la consiguieron en una troja hecha de caña brava en la copa de un araguaney, la pobre estaba en muy mal estado de saludo y casi muda, los hombres la rescataron y la llevaron devuelta con sus padres.
Y más recientemente en el libro Leyendas del Táchira publicado en 1983, conseguimos la historia de una joven que vivía cerca de San Juan de Colon en un pueblito llamado Peronilo. Éste pueblito es abrazado por un riachuelo llamado Quebrada Blanca, que es precisamente el sitio en donde inicia la leyenda.
Mariela fue una joven muy hermosa que usualmente acostumbraba lavar ropa en la quebrada ya que ésta era muy atrayente por sus aguas frescas y limpias; un día en que lavaba sintió que la observaban, al percatarse de quien era intentó huir, pero fue inútil la sujetaron muy fuerte; era un mono corpulento y peludo, su cabeza se parecía a la de un hombre con cabellos largos y enmarañados que le tapaban los ojos y la cara, emitía sonidos guturales como tratando de ser expresivo, mientras la alzaba para raptarla y llevársela montaña adentro. Fue tanto el miedo que no tuvo fuerzas para gritar ni para desprenderse de los poderosos brazos de éste extraño ser, quien pudo esconderla en una inhóspita cueva ubicada en el cerro Los Palmares la cual tapaba con una enorme piedra y gran variedad de palmeras y arbustos.
Mariela se dio cuenta de la situación y entendió que esa sería su casa y no sabía por cuánto tiempo ya que sería muy difícil escapar de ahí. Pasaron algunos años, ya no buscaron más a la joven, nunca se imaginaron que estaba cerca del pueblito en una incómoda cueva, secuestrada por un extraño ser que la vigilaba con celo. Ella había intentado escaparse pero sin resultados, porque le tenían vigilado todos sus movimientos, además de que no conocía los caminos ni senderos ya que todo a su alrededor le parecía igual; Cerca había un manantial en el que se bañaba el cual desembocaba en la quebrada de donde fue raptada. La joven siempre que podía enviaba mensajes de auxilio en hojas secas, piedras, leños y cualquier cosa que le pudiera servir para tal fin.
Luego de un tiempo la suerte de Mariela cambió y uno de sus mensajes fue visto, por unas personas que se bañaban en Quebrada Blanca, quienes notificaron a las autoridades, estas organizaron rápidamente una expedición para buscar a la desparecida mujer rio arriba; tardaron varios días ya casi se deban por vencidos cuando repentinamente vieron en un recodo del rio a alguien que se bañaba sin ropa, era una mujer muy delgada, parecía una anciana, tenía el cabello extremadamente largo y enmarañado, detrás de la larga cabellera se notaba la piel pálida; los hombres se acercaron con cuidado para no asustarla. Una vez cerca le contaron a ella cual era el motivo de su expedición y la sorpresa fue mayúscula; habían encontrado a Mariela, ya no era esa mujer hermosa que todos conocían, pero estaba viva, de regreso al pueblo les contó el motivo de su infortunio.
Y para terminar, en la página web LETRAS DE COJEDES con fecha 2 de febrero de 2010 encontramos un relato que nos habla de EL SALVAJE DE LA SIERRA, un cuento referido un ser extraño que habitaba la montaña más alta del Estado Cojedes con 1780 msnm El Cerro Azul de Tucuragua, era mitad hombre y mitad bestia, trepaba a los árboles como mono, tenía los ojos rayados como los de la lechuza y su piel estaba cubierta de pelos, nadie sabe sobre su nacimiento ni su descendencia, los habitantes de los alrededores vivían aterrados por este horrible monstruo, específicamente los del sector Las Tucuraguas, del caserío La Sierra, en el Municipio Juan Ángel Bravo.
Cuentan que el viejo Erasmo dijo que su hija Meche fue raptada por el salvaje, y que su sobrino José Gregorio y su ahijado Manuel, quienes estaban enamorados de ella, salieron a buscarla internándose en la montaña; él cree que ellos encontraron el rastro del salvaje y lo enfrentaron, ya que Meche pudo regresar a casa pero ellos nunca regresaron de la montaña, la incertidumbre se produce por que su hija aparece en mal estado físico, desnutrida, percudida, confundida, aturdida, muda y preñada. El tiempo transcurrió y la joven nunca se repuso, por lo que se vieron obligados a mantenerle el embarazo para preservar su vida; ella dio a luz a un varón a quien bautizaron como José Quintero.
Cierto o falso en Venezuela también tenemos nuestros cuentos crípticos o relatos que pretenden explicar aspectos de la vida que pocos conocemos, pero que están presentes en la mitología y el folklore de nuestro pueblo; son esas situaciones inexplicables que envuelven realidades mágicas buscando darle un sentido especial al mundo que nos rodea, y que solo es posible a través de la tradición oral; uniendo estos fenómenos fantásticos al ser humano generando identidad; ya que los mismos suenan y retumban en los oídos de todos nosotros desde la temprana infancia en adelante. fuentes:
Fuentes referenciales:
Rómulo Pérez
El oso frontino...nómada de las selvas nubladas de Mérida
Mundomisterio.portalmundos.com/criptidos El simio de De´Loys
La serpiente emplumada Bolívar y el mesías segunda parte
Vínculo perenne (Letras de Cojedes II) el salvaje (tomado de "mitos y leyendas predominantes en el Estado Portuguesa" de Carmen Pérez Montero)
50 Leyendas del Táchira. (Tomo II)
El salvaje de la sierra (letras de Cojedes)